miércoles, 10 de octubre de 2012

Tarta rellena de ganache de chocolate y con buttercream de chocolate negro - Super Chocolateeee!!!!

Aquí estoy, con la niña ya casi durmiendo, preparando el trabajo de mañana (el informático que hay prisa por la entrega), con un ojo medio cerrado e intentando plasmar de la manera más sencilla la sencillez de esta tarta.

Quién me iba a decir a mí que esta tarta iba a tener tantas buenas opiniones, tantas peticiones de recetas, porque fue una tarta rápida, que fue saliendo sobre la marcha y que el resultado me ha encantado a mí, a los que la probaron, a los que se pelearon por el último trozo (jajajajaja) y los que habéis visto la foto por el facebook,

Mi madre me pidió esta tarta el día de antes, y solo me decía: Hija, quiero una tarta grande, grande, grande, y con el bizcocho que haces siempre... Pero grande grande grande...


Pues hala, doz bicochos grandes, que la tarta en el momento de transportarla pesaba como ..... Si justo, como eso. Y no llevaba fondant, asi que era grande grande grande...

La noche anterior hice mi bizcocho de siempre, y os voy a dar mi secreto de una vez por todas, que me ha costado mucho mucho mucho (ya veis que en este post se repiten mucho mucho mucho las palabras palabras palabras) reservar el secreto pero creo que ya es hora de revelarlo: NO HAY SECRETOOOOOO!!!!!!

ES UN RED VELVET SIN COLORANTE!!!!!!!!


Y qué tiene de especial un red velvet? Pues como su propio nombre indica, un terciopelo rojo. Si quitamos el red, se queda en terciopelo, y si conseguimos que dentro de todo lo esponjoso que es, nos aguante durante un poquito mientras la estamos decorando, pues tenemos el bizcocho super perfecto, el más mejor del mundo mundial.

La receta, pues ya os la puse en otro post, pero os la repito y así no la andáis buscando:

Ingredientes húmedos:
- 200 ml. de buttermilk (o leche con el jugo de medio limón y guardado en la nevera durante media hora).
- 200 ml de aceite de girasol.
- 2 huevos "L"
- 1 cucharada de vinagre.

Ingredientes secos:
- 300 gr. de harina, de la de toda la vida.
- 300 gr. de azúcar normal, de la de toda la vida.
- 1 sobre de azúzar vainillada.
- 1 sobre de levadura química.
- 1 cucharadita de sal.
- 1 cucharada de cacao.

Encendemos el horno a 175 º.

Se mezclan los ingredientes secos por un lado, los tamizamos y los reservamos.Se baten los huevos con batidora, a velocidad alta, hasta que doblen su volumen. Seguidamente se echa la buttermilk, y se vuelve a batir a velocidad alta. Cuando estén completamente integrados ambos ingredientes, sin dejar de batir se echa el aceite y el vinagre.

Una vez que todo haya formado una mezcla homogénea, se baja la velocidad de la batidora, y se van echando los ingredientes secos cucharada a cucharada. El truco de este bizcocho es que tenga aire en su masa, de manera que aparte de lo esponjoso que queda, consigamos esponjosidad extra, mucha esponjosidadddd.... Ummmmmhhhh!!!!!

Una vez que tengamos todo mezclado, le damos un minuto a velocidad alta para dar el toque especial, (jajajajaja), y luego al horno. Yo lo suelo dejar unos 25-20 minutos, pero ya sabéis que depende del horno de cada uno y de la paciencia de cada uno... ;-)

Yo hice dos bizcochos, ya os dije que me pidieron un bizcocho grande grande grande (ha quedado claro no?).

Ahora es el momento de preparar el relleno, ganache de chocolate con leche. Ponemos a cocer 200 ml. de nata, ya sabéis que yo uso la del Lidl, nata de montar, porque sino no hacemos ganache, sino crema de chocolate, comparable con unas natillas, por ejemplo (no me lo había planteado hasta ahora, tendré que buscar una manera de usarlas...).

Cuando veáis que empieza a cocer, lo retiráis del fuego, y le echáis el chocolate con leche, yo uso también el del Lidl (a mi gusto es de los que mejor se incorporan y fusionan a la nata...), 200 gr., y le damos con unas varillas manuales despacio hasta que esté completamente desecho...

El bizcocho tiene su truco: Y a lo mejor este es el secreto mejor guardado del mundo mundial, asi que no vayáis a contarlo por ahí, que sino ya no es secreto, es multi-conocido-ex-secreto...

Es difícil cortar un red velvet si ha quedado super super super esponjoso, sin que se desmigue. Asi que cuando lo tengamos frio (ya sabéis, cinco minutos después de sacarlo del horno lo dejamos dentro del molde y luego lo enfriamos sobre rejilla), lo tapamos con papel film, y a la nevera. pero, os lo digo al oido,

ANTES DE CORTARLO Y PREPARARLO PARA DECORARLOOOOOOO, METERLO EN EL CONGELADOR UN PAR DE HORASSSSSSS.

El ganache tiene que estar frio frio frio para poder montarlo, y si las varillas están frías y el bowl o lo que vayáis a usar para montar la nata del ganache, está frio, pues mejor que mejor.

Dejáis montado el ganache, y preparáis el buttercream de chocolate negro:

Se bate 150 gr. de mantequilla sin sal y a temperatura ambiente, con 150 gr. de azúcar glass, dos cucharaditas de aroma de vainilla, y 75 gr. de chocolate fondant (que no negro), ya desecho y casi frio, lo suficiente como para que se pueda amalgamar con la mantequilla y el azúcar, pero no lo bastante como para que al meter la cuchara ésta se quede pegada al chocolate y salgan las dos juntas y de una pieza.

El truco, echar en un bowl la mantequilla y el azúcar glass, y antes de empezar a batir, mezclarlo con una lengua (que no la vuestra), para que al empezar a batir la cocina no parezca un Londres dulce dulce dulce...

Empezamos a batir a velocidad baja, y comenzamos a subir paulatinamente, hasta que a velocidad alta creamos una mezcla blanquecina, unos 3-4 minutos más o menos. Bajamos la potencia de la batidora, y echamos la vainilla, y por último, el chocolate negro. Volvemos a batir durante un par de minutos a velocidad media.

Y empezamos a preparar esta super-rápida-sencilla y maravillosa tarta que a tantos ha gustado...

Los dos bizcochos los partimos en dos partes, así tenemos cuatro partes (2+2), echamos un poco de ganache de chocolate en la bandeja donde vayamos a apoyar la tarta, capa de bizcocho, capa de mermelada de fresa finita, capa de ganache, capa de bizcocho, capa de mermelada finita, capa de ganache, capa de bizcocho, capa de mermelada finita, capa de ganache, y la última capa de bizcocho.

Así ya lo podríamos comer.

La idea de poner buttercream por fuera fue fruto de las prisas, no tener nata, y saber que aunque la comprase no iba a dar tiempo a que enfriara lo suficiente.

Así que a adornar la tarta. Con una espátula grande, echamos la butercream por fuera, como si fuéramos a enyesar las paredes y las dejamos lo más lisitas posible.

A ENFRIARRRRRRRRRRRRRRR!!!!! Mientras, podemos comernos el ganache de chocolate que ha sobrado si es que ha sobrado...

Sacamos de la nevera (con una horita suficiente) la tarta, y calentamos la espátula metiéndola en un vaso de agua caliente y secando del todo la misma, de manera que vayamos pasando la espátula por las paredes para dejarlas lo más lisas posible... QUE SE NOTE QUE PODEMOS ENYESAR LAS PAREDESSSSSS!!!!!

Y por último a decorarla. En este caso lo que se me ocurrió, boquilla 1 de Wilton, y fideos de chocolate, creo que le faltaba algo de chocolate...

Y ya está, eran 10 personas y no sobró nada de nada, solo un trocitín que al día siguiente tuvieron que partir en varios mini trocines para que volvieran a comer...


Gracias chi@s, ya me contaréis si al final la habéis hecho o no. Y qué tal ha salido...

Besitos y buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario