Y bueno aquí está la esperada tarta...
Esta idea la tenía en mente desde hacía meses. La vi por internet (no me preguntéis donde) y me gustó desde que la ví, y además sabía perfectamente a quién se la iba a hacer.
Asi que el cumpleaños de Jesu fue la ocasión perfecta para realizarla.
Hice varios bizcochos que luego recorté en redondo para dar forma a la jarra. El relleno fue ganache de chocolate blanco y crema de nubes, con mermelada de melocotón. Los bizcochos iban aromatizados de limón y canela, porque anteriormente habían probado una tarta con estos sabores en el bizcocho y quedaron encantados.
Fue algo complicado conseguir la altura de la jarra, porque como os he explicado con anterioridad, el tipo de bizcochos que yo hago son bizcochos que pueden ser usados para comer tal cual, es decir, más jugosos que los usados para este tipo de tartas, y claro conseguir que se queden de pie, ganar algura y que no se desmoronen es difícil. Pero finalmente resultó, es más, el asa de la jarra que iba clavada en ellos también quedó donde tenía que quedar.
Y si, la lata estaba levitando. No iba sujeta con hilos ni nada por el estilo, se sujetaba al chorro de cerveza y la verdad es que verla causaba sensación. Cada vez que llegaba un invitado al cumpleaños se quedaba mirando a la tarta por todos lados para ver el efecto. Y era impactante.
Todo lo demás que veis en la tarta fueron los CakePops que me encargaron. 20 en total, y se quedaron cortos, (la tarta desapareció también).
Y como me ha dado permiso, os pongo la foto del cuñado del homenajeado que quiso hacérsela haciendo que sujetaba la lata. Pero si os fijáis, no llega a coger la lata del todo.
Al día siguiente me contaron que fue él el que se comió el chorro de cerveza. Mira que eres goloso eh???
Pues lo dicho, una tarta muy chula, el interior además muy bonito con los dos rellenos (la crema de nubes iba de color rosáceo), y los CakePops espectaculares. Y no es opinión mía, sino de todos los que probaron ambas cosas.
Besos.
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