Esto fue algo mío, algo personal que quise hacer para regalársela a Andrea.
Su madre me pidió CakePops para los niños, unos cuantos para el día de la comunión, y otros para repartir en el cole.
Ellos aún no los habían probado, pero llevaba tiempo queriendo probar las galletas, tartas, cakepops,... y qué mejor día que la comunión de su hija para hacerlo.
Se me ocurrió, que ya que Andrea es super-super-super-super-fan de las Monster High, regalarla una Monster High de comunión, que además no las hay. Es decir, si salía bien, sería la única niña que yo conozco con algo así.
Cierto es que hablé con la madre de Andrea, y la dije que no estaba segura de que saliera bien. Hay muchas Monster High hechas, pero sinceramente a mí excepto dos o tres que haya visto, el resto no me convence. Y no es porque a l@s autor@s no les haya quedado bien, que no quiero decir eso, sino que mis espectativas son siempre un 1000 por 100, por lo que sino me salía bien y no quedaba contenta con el resultado, haría una muñeca normal y corriente.
Además cabe decir que Andrea pidió a la madre de una amiga suya una Monster High vestida de comunión como regalo, pero ya la dijeron que de eso no había asi que sería imposible.
Y creo que, aunque no está del todo correcta, el resultado me quedó bastante bien:
Llegamos al restaurante un poquito antes de que ellos llegaran y me dejaron meterla dentro del salón, así que allí la puse envuelta, delante del sitio de Andrea.
Los CakePops los guardaron en la nevera, porque hacía un calor ese día que ni aposta.
Los otros CakePops que iban en la bolsa para repartir entre los compis del cole, llevaban cada uno una etiqueta como la que véis en la maceta.
Cuando Andrea llegó al salón, le dijo su madre que el paquete que había allí era para ella. Según me dijo su madre, la niña no podía articular palabra cuando la vió.
Los primos quisieron comérsela, pero Andrea se negó, y por lo que me ha contado su madre posteriormente, acerté de lleno con el regalo. Ya no porque fuera algo que Andrea había pedido, sino porque en el restaurante donde celebraron el banquete, la tarta de comunión salió ya partida y no tuvo muñeca, que me parece una lástima y de muy mala leche, porque ese momento de partir tarta y llevarte la muñeca de recuerdo es un momento super especial.
Asi que Andrea tuvo su muñeca de comunión, y la tiene guardada en su habitación, donde pueden verla todas las amigas que suben a su casa.
Espero que os haya gustado, porque a mi y sobre todo a Andrea nos encantó, y por mucho que lo niegue, a mi las Monster High me encantan.
¿Qué os parece?
Besos.
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