Raquel quería darle una sorpresa a su chico, Adri, y quiso regalarle el coche que tiene hecho tarta, un Ford Focus.
La idea era buena, pero gracias a Silvia y una amiga más, se convirtió en sorpresa para ambos, ya que Silvia me dijo que añadiera algo a la tarta, una muñeca, como Raquel, con su perro, junto con el coche, ya que celebraban juntos el cumpleaños.
Ninguno de los dos se esperaba nada, Raquel pensó que la tarta iba solamente para Adri, y por supuesto Adri no se imaginaba nada.
Los nombres van en las matrículas, y la tarta iba rellena de chocolate blanco y mermelada de fresa. Tenía tanto chocolate que me dijo Silvia que al partirla se desbordaba.
Asi que todos quedaron encantados.
Y yo encantada también de que les gustase tanto.
Besos.
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