jueves, 1 de septiembre de 2011

Una de Bob Esponja...

Se acercaba el cumpleaños de mi sobrino y aparte de los regalos quería regalarle una tarta de Bob Esponja, que le encanta.
El probema era que para cuando era su cumpleaños nosotros sí íbamos a estar, pero cuando lo iba a celebrar con los primos, nosotros no estábamos.
La gracia de regalarle la tarta era que la pudiera disfrutar, sobre todo con sus primos.
Así que decidí hacerle dos regalos comestibles:
Galletas de Bob Esponja, que se las daría el día de su cumpleaños.
Y tarta de Bob Esponja, que se la daría el día antes, para que la disfrutara con los primos.
Y me puse manos a la obra:


Las galletas eran de sabor chocolate, y cubiertas con fondant. Los detalles están hechos con rotulador comestible.
Para regalárselas, una tarde paseando me metí en un bazar chino (benditos de dios), donde encontré una cajita idónea para meterlas. Y aquí está el regalo tal cual se lo dimos:




Si hubiera buscado una caja así no la hubiera encontrado. Así que ni hecho aposta, que se suele decir no?
Las galletas le gustaron un montón, al igual que a todos lo que las probaron.

La semana siguiente hice la tarta, bizcocho de limón, en este caso dos, y un brownie de chocolate. Ahora veréis el por qué:


Quise hacerle una burgue-cangreburguer, y ponerle a Bob y a Patricio. Así que convertir la Burguer-Cangreburguer en coche fue lo que me convenció.
La tarta se divide en dos:
El pan de abajo de la hamburguesa es una tarta en sí, bizcocho de limón relleno de mermelada de melocotón y buterswiss de chocolate.
El brownie de chocolate simulaba la carne del a hambuerguesa.
Lo siguiente fue poner fondant simulando el queso, la lechuga y el tomate.
Y el bizcocho de arriba, lo que es el otro pan de hamburguesa, la misma tarta que la de abajo. Podía haber hecho otra con diferentes sabores y rellenos, pero fue un viernes de locos, entregar tres tartas y preparar maletas de viaje, Terminé exhausta...
El bizcocho de arriba tiene hecho el huevo donde están Bob Esponja y Patricio.
Iban sentados en un sillón, y Bob Esponja tenía un volante que iba clavado en el bizcocho.
Terminñé poniendo un parabrisas, unas ruedas, una matrícula con el nombre de Bob y un cartel que les indicara cómo llegar a Fondo de Bikini.
A los niños les gustó mucho, el nuevo relleno quedó espectacular, y yo me alegré un montón porque mi sobrino no pensaba que iba a tener tarta después de haberle regalado las galletas.
Espero que os guste.
Besos.


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